Por Mg. Robay Libias Cabello
¿Cuándo volveremos a las clases presenciales? El retorno a clases semipresenciales de 15 Instituciones Educativas privadas y una pública en Lima Metropolitana y Callao generó pronunciamientos a favor y en contra acerca de esta decisión fundamental, cuyos fundamentos tienen que ver con aprendizajes, salud socioemocional y la importancia de prevenir la deserción escolar. En nuestra reciente entrega “Deserción, Permanencia, Conexión a internet, Proyecto de vida y Escuela”, se ponía énfasis en estos y otros conceptos cruciales de estos tiempos de pandemia que vivimos, expresados por voces autorizadas, y desde una perspectiva multisectorial.
Dicho retorno a clases presenciales y semipresenciales como respuesta a la peor crisis educativa generada por el Covid-19 debe priorizar cuestiones como la vacunación, las condiciones que debe tener una institución educativa para reabrir sus puertas y atender de manera física a los estudiantes, el sustento legal que la respalde, el liderazgo de los equipos directivos y docentes, la impronta de la evidencia científica acerca de este retorno a clases, las señales de opinión que expresan las encuestas y opiniones diversas de especialistas sobre este importante tema. Sobre estas y otras cuestiones relevantes acerca de esta cuestión ahondaremos en las líneas que siguen.
Clases presenciales: Opinión de voces autorizadas
Los puntos de vista de algunos entendidos se resumen en que solo falta que los directores y las UGEL gestionen el proceso para decidir la apertura o no de las escuelas; el retorno seguro a clases presenciales es un tema urgente y prioritario, especialmente para los sectores más vulnerables; necesidad de evitar mayores brechas de desigualdad dado que mientras más demore el retorno las carencias cognitivas y socioemocionales de niños, niñas y adolescentes serán más profundas en el corto, mediano y largo plazo.
Otros opinan que el retorno a las clases presenciales es fundamental porque el ser humano es un ser social, vive en interacción con otras personas y en ese proceso aprende, desarrolla lenguaje, inteligencia, creatividad, comprende mejor el mundo, desarrolla la capacidad de convivir con otros, crear y aceptar normas; si el niño y niña no tiene el espacio para desarrollar esta dimensión social y un maestro que lo estimule se restan posibilidades en su proyecto de vida, cuyas consecuencias pueden ser dramáticas.
Al respecto habría que agregar que una encuesta realizada por IPSOS en octubre del año pasado planteaba que para este año debía retornarse a la semipresencialidad o clases presenciales. Otra encuesta realizada por DATUM entre julio y agosto de este año indica que el 69% de los padres están de acuerdo que sus hijos retornen a clases presenciales, incluso el sector socioeconómico E (el más pobre), el 76,4% aprueba esta medida.
Vacunación, la primera y más urgente condición para regresas a las clases presenciales
En este contexto comenzó hace unos días la vacunación de 177,296 profesores, directores y trabajadores administrativos de las instituciones educativas públicas y privadas de todo el país, de los cuales 131,471 son de urbanas y 45,825 del ámbito rural. Al respecto el Ministro de Educación, Juan Cadillo León informó que a más tardar hasta octubre de este año todos los docentes y personal administrativo de las escuelas estarán vacunados, hasta el momento más del 50% ya están vacunados; 339,221 con las dos dosis y 95,813 con una dosis.
Cabe precisar que la evidencia científica indica que la reapertura de las escuelas no significa necesariamente una amenaza porque los estudios indican que los niños tienen tasas más bajas de infección, suelen ser asintomáticos o manifestar síntomas leves, y en el caso de los niños de primaria son poco transmisores de la COVID-19.
Deserción escolar
La deserción escolar es un problema recurrente en los países de América Latina, y el Perú no es ajeno a esta problemática cuyas causas según la CEPAL son económicas, familiares, desinterés, trabajo y embarazo adolescentes. El 2017, la matrícula fue de 7.7 millones, el 75% (5 775 000 estudiantes) provenían de la escuela pública y el 25% (1 925 000) de la privada. Para dicho año el Minedu registró una deserción escolar de 6.3% (485 100) estudiantes de secundaria entre 13 a 19 años.
Para el 2019, las cifras tampoco eran alentadoras, y con el COVID-19 en el 2020, la situación educativa del país se tornó más crítica, 230 mil estudiantes dejaron de asistir a la Institución educativa, especialmente en las regiones y provincias más alejadas donde el acceso a Aprendo en Casa era casi nula por carecer de conexión a internet o por no contar con computadora, tablet o teléfono inteligente.
El Minedu estimó que hasta julio de este año la deserción en primaria se incrementaría de 1.3% al 3.5% (128.000 estudiantes), en secundaria subiría de 3.5% al 4% (102.000 estudiantes), al que habría que agregar 337.870 estudiantes trasladados de instituciones educativas privadas hacia las públicas.
El Minedu calculó que 705 mil estudiantes interrumpieron sus estudios entre el 2019 y el 2020, o están en riesgo de hacerlo. De ello 597 mil alumnos son de instituciones educativas públicas y con alta incidencia en secundaria. Ello es un indicador de la necesidad del retorno a las aulas, 230 mil estudiantes ya están recibiendo clases semipresenciales; de 68,127 Instituciones Educativas existentes en el país, 5,683 retornaron a la semipresencialidad.
Liderazgo del equipo directivo, equipo docente y familias
Según el Ministro de Educación, cada Institución Educativa se hace cargo de su retorno “es hora de dar responsabilidad a los maestros, a los padres de familia y a los propios estudiantes de que pacten mejores formas de retorno escolar”. La decisión está, entonces, en la comunidad educativa, es decir en los padres, docentes y directivos.
Según el Minedu ninguna Institución Educativa de provincia que retornó a clases presenciales y semipresenciales ha registrado contagios, ello se debe a las condiciones adecuadas de bioseguridad como indica la evidencia internacional. Asimismo, la evidencia científica señala que las escuelas no son grandes focos de transmisión del virus, siempre que se cumpla con el protocolo de bioseguridad, especialmente la ventilación total de las aulas.
La ley y el retorno como proceso seguro a clases…
En abril comenzó el retorno seguro a clases semipresenciales, y hasta el 31 de agosto 6.019 Instituciones Educativas ya estaban atendiendo en esta modalidad en 21 regiones del país. El 97% se ubican en el medio rural; 51.5% primaria, 34.6% inicial y 13.5% secundaria. Sin embargo, esto representa apenas poco más del 5,3% de todas las instituciones Educativas del país y solo el 2,9% de estudiantes matriculados a nivel nacional. Todavía faltan alrededor de 8´029.410 estudiantes que aún no pueden retornar a aulas, lo cual representa el 97,2% de la población escolar del Perú.
Mejorar nuestras escuelas para el regreso de las clases presenciales
Cabe señalar que un reciente reporte del Minedu se afirma que hasta fines de agosto Lima Metropolitana tenía 3,259 Instituciones Educativas declaradas “habilitadas” para retornar a la semipresencialidad, es decir aquellas que cumplen con las condiciones de contexto (territoriales y epidemiológicas); a partir de ello se identifican las escuelas “aptas” para brindar dicho servicio; son aquellas que además de cumplir con las condiciones ya señaladas deben reunir condiciones de bioseguridad y condiciones sociales. Dichas escuelas atienden un total 399.197 estudiantes.
La Resolución Ministerial N° 121-2021-MINEDU, es el documento normativo que aprueba las disposiciones para la prestación del servicio en las Instituciones Educativas del país en el marco de la emergencia sanitaria de la COVID-19. Señala, entre otros aspectos, que la reapertura de las Instituciones Educativas resulta la medida más eficaz para reducir deserción, brindar espacio seguro, paliar el efecto negativo en el logro de aprendizajes y reducir la inequidad entre aquellos que tienen y no tienen acceso a tecnología o conectividad.
Norma para iniciar las clases presenciales
Por otro lado, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), informó que de 210 países que reportaron información en noviembre del año pasado, 121 países habían abierto sus escuelas totalmente, 57 parcialmente, 31 mantenían cerrados sus sistemas educativos y un país presentaba cierre estacional.
En este contexto la mencionada norma propone que la reapertura de las escuelas se realice de manera:
- Segura, cumpliendo todas las medidas sanitarias, epidemiológicas y los protocolos de bioseguridad necesarios;
- Flexible, adaptándose a las características del contexto;
- Gradual, transitando del servicio a distancia al presencial, y viceversa, en caso de que sea necesario de acuerdo con las condiciones epidemiológicas;
- Voluntaria, el retorno a lo presencial es una decisión de las familias y la comunidad educativa.
Este retorno a las clases presenciales es un proceso que comprende etapas, comienza con aquellas escuelas ubicadas en los medios más rurales y con menos requerimientos de movilidad escolar hasta llegar a las instituciones educativas ubicadas en los distritos más urbanos y con mayor movilidad estudiantil. El cumplimiento de estas condiciones será monitoreado de forma permanente por el Sistema de Seguimiento y Alerta para el Retorno Seguro (SARES), puesta a disposición de la población por el Minedu.
Condiciones para la apertura de las clases presenciales en las instituciones Educativas
Las escuelas aptas para desarrollar clases presenciales o semipresenciales deben cumplir tres condiciones:
- Condiciones de contexto: son indicadores epidemiológicas y territoriales que permiten identificar Instituciones Educativas de un determinado distrito que estarían habilitadas para prestar el servicio educativo con algún grado de presencialidad;
- Condiciones de bioseguridad en la Institución Educativa: Instituciones Educativas que serán garantizadas una vez habilitadas a nivel de distrito, para que el servicio educativo que brinde sea de manera segura;
- Condiciones sociales: son las Instituciones Educativas que brindan voluntad y conformidad de la comunidad educativa para la prestación del servicio. Las escuelas deben cumplir de forma concurrente con las tres condiciones mencionadas, de lo contrario continuará con el servicio educativo a distancia.
Medidas de prevención y protección mínimas e indispensables: La Institución Educativa debe implementar:
- Distanciamiento físico,
- Lavado o desinfección de manos, mantenimiento, limpieza y desinfección de la escuela,
- Higiene respiratoria,
- Uso correcto y obligatorio de mascarillas faciales,
- Ventilación permanente del ambiente y
- Aforo permitido y uso adecuado de ambientes del local educativo y otros espacios.
- Establecimiento de funciones del personal de limpieza,
- organización del mobiliario y señalización en el local educativo
Sin duda, son los primeros pasos, los que vienen serán de aprendizaje, muchas veces por ensayo y error, saber enfrentar y gestionar adecuadamente los miedos y temores, absolutamente comprensibles dado los momentos emocionales críticos vivido como consecuencia de la pandemia, pero también es hora de seguir estando en primera línea y apostar por el retorno seguro de los niños, niñas y adolescentes a sus clases semipresenciales, con el cuidado riguroso de la salud para todos. Es hora de comenzar a escribir otra página heroica para educación en bien del país.
